Mercado y Ambiente

Jan 9, 2021 - hace 3 años

¿Cómo el mercado y las fuerzas que lo gobiernan pueden ayudar al medio ambiente y qué papel juegan los consumidores?

Todo comienza por la preocupación de los individuos por el medio ambiente, pues esto abre las puertas para que las personas comiencen a buscar información sobre sostenibilidad y a que desarrollen un sentido de conciencia ambiental, que les permite estar alerta sobre el impacto de sus acciones, de las acciones de las empresas y los gobiernos en el medio ambiente. De esta manera, una persona informada va a verse más inclinada a adquirir un artículo que sea menos contaminante, incluso si éste cuesta más.

Aquí es importante decir que muchas empresas oportunistas se han percatado de este fenómeno y han hecho lo que se conoce como un lavado verde (green wash es el termino más comúnmente utilizado para identificarlo), esto quiere decir que se han preocupado más por publicitar sus acciones e intentar mostrar que se preocupan por el medio ambiente, incluso cuando esto no es totalmente cierto (se inventan sellos verdes, por ejemplo), con el objetivo de aumentar las ventas. Por eso es vital que existan mayores controles de las autoridades y también un poco más de investigación de nuestra parte.

Retomando el asunto que nos compete, la voluntad de adquirir productos y servicios realmente verdes es una fuerza capaz de generar un impacto importante. Esto se debe al concepto clásico de oferta y demanda, en donde un aumento en la demanda va a generar un aumento también en la oferta, pues los inversionistas reconocen estas tendencias como oportunidades de crecimiento. Un ejemplo claro son las grandes inversiones que se han hecho durante los últimos años en el desarrollo de alimentos basados en plantas por parte de grandes empresas e inversionistas, que ven una oportunidad en el aumento sostenido de la población vegetariana, vegana o interesada en reducir su consumo de productos animales (bien sea por motivaciones ambientales, éticas o por el simple interés en llevar una dieta más balanceada), incrementando así la demanda mundial por este tipo de productos.

Es evidente que la demanda de gran parte de los productos que consumimos es sensible a aumentos de precio, es decir, que ésta tenderá a caer en el caso que los precios aumenten. Sin embargo, el comprador informado está dispuesto a pagar valores más altos (conocidos como premium) por un producto aparentemente igual, pero más sustentable. Esto manda un mensaje al mercado, que entiende que existe una demanda importante en este tipo de productos, la cual puede aprovechar para generar mayores ganancias. La consecuencia es que la oferta por productos sustentables aumente, generando que bajen los precios y atrayendo a compradores que anteriormente no estaban dispuestos a pagar estos premiums, pero que ahora pueden permitírselo con precios más accesibles.

La competencia entre las empresas genera otro efecto deseable en los mercados, que es la mejora del producto y/o la disminución de los costos de producción y por ende de los precios. Aquí la inversión en innovación y desarrollo juega un papel crucial y es precisamente este el camino que creemos puede ayudarnos a resolver los problemas más importantes que enfrentamos.

Otro ejemplo muy importante está en el segmento de los carros eléctricos, que comenzaron siendo apenas un “juguete” para personas con altos ingresos, pero que en pocos años ha experimentado una explosión en la demanda del público en general, movida por una población cada vez más informada sobre los efectos del calentamiento global. Es muy claro actualmente que la gran mayoría de las empresas fabricantes quieren una parte del pastel e intentan quitarle un poco del mercado a Tesla, siendo un claro ejemplo de cómo la demanda pujada por clientes conscientes puede darle un giro completo a una industria.

Esto mismo puede transferirse a casi cualquier otro segmento del mercado, inclusive sectores inesperados como la construcción, por ejemplo. Aquí la producción de cemento y acero son una fuente importante de generación de CO2 y producirlos de una manera más sustentable es supremamente costoso y complicado. Sin embargo, sí existe la opción de hacerlo a través de la captura de CO2 en la fábrica y su almacenamiento bajo tierra, pero el costo final de los materiales aumentaría y por consecuente el de los edificios también. Lo que es importante considerar es que en el caso de que existieran suficientes consumidores dispuestos a pagar por una casa o una oficina más cara, por motivos ambientales, esto podría mover al mercado a innovar y encontrar nuevas formas de fabricación más limpias, que luego podrán aplicarse a todos los segmentos de la construcción y generar un gran impacto en el ambiente.

Estos son apenas ejemplos, pero nuestro llamado es a informarse, a consumir cada vez más productos realmente verdes (no sólo bañados de verde), a generar suficiente demanda por estos, hasta que logremos que el mercado entienda que los productos ambientalmente responsables son los únicos que nos interesan.

Autor: Equipo Mi Huella de Carbono

Referencias recomendadas:

Podcast Bill Gates and Rashida Jones: Is it too late to stop climate change?

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